Encontré un suspiro perdido en plena madrugada. Una razón para sonreír en los sueños y un instante que se ahoga entre tanta sonrisa.
Una mirada fugaz que se metió en mi cabeza y un sin fin de realidades que me aturdían. Ese te extraño que no digo por decir y esa sensación de un abrazo tuyo.
Una noche helada donde tus brazos me protejan del frío y un susurro que haga volar mis sueños.
Un insomnio que se va de nuevo y una extraña sensación a nuevo día.
Así son mis madrugadas frías. Así son mis amaneceres llenos de estrellas. Así son mis días felices.
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