Gracias.
Los tengo a los dos y son mi vida.
Estan ahi cuando llego y cuando más los necesito ver.
Se quedan dormidos y los veo soñar. Los abrazo, los beso.
Cada día antes de dormir me queda la tarea de orar por ustedes, de pensar y de irme a dormir deseando que sus sueños sean tranquilos y que al otro día por la mañana la realidad no les arrebate la sonrisa.
Para él, un beso un te quiero y un como amaneciste.
Para ella un te quiero, una sonrisa alegre y un tierno beso que me dure lo suficiente para no extrañarla en estas ocho horas que me faltan para verla.
Para él y para ella mis bendiciones, mi esfuerzo y mis ganas de despertar cada día como si fuera el último.
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