Mi alma esta serena.
Mis pensamientos volaron una vez más.
Aquel reflujo de ideas volvió a salir de mi cabeza y se posó sobre mi corazón.
No tenia ganas, la pereza y la rutina se apoderaron de cada minuto del reloj.
No es que la inspiración se vaya, simplemente se relega por lo que parece "importante".
Pero esa noche no.
La luna estaba hermosa. Las estrellas me alumbraban y tenia ganas de escribir.
Encontré algunas líneas dibujadas en el firmamento y un cielo oscuro me dío un lienzo.
Al llegar a mi cama estabas tú, mi musa inspiradora, estabas dormida, mi niño tambien.
Los vi a los dos y encontré mas razones de peso que todas las "importancias" del mundo.
Esa noche, pude estar entre estrellas.
Pude disfrutar del silencio de la noche y de la claridad de la mañana.
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