jueves, 15 de octubre de 2009

Recuerdas...

Recuerdas la mañana de septiembre que te conocí...
Estas ahí, en tu casa, en tu morada, en ese refugio... tu lindo rostro lleno de pureza ilusionó mi día.
No necesitabas ese procedimiento insensato llamado maquillaje. La naturaleza de tu rostro no necesita arreglos ni mejoras.

Me viste... tu cara se ruborizó cual manzana...
Tus ojos no creían que estaba ahí... yo no creía que te podía conocer.
De lejos me hablabas, de cerca me decías...

Fue una mañana de septiembre que volví a creer en el amor.
Tus manos poco a poco tomaron las mías.
Mis manos entre espacios fueron acariciando las tuyas.
Susurros escondidos, miradas que solo tu y yo entendíamos.

De pronto... te lo dije...
Me gustas... fue la frase que detono nuestros sentidos.
Una lluvia de mariposas se abarrotaron en mi estomago... mis manos sudorosas, mi cuerpo erizado... todo un frenesí de sensaciones...

No hay comentarios:

Publicar un comentario