sábado, 30 de enero de 2010

Esperar

Pensé que había descubierto en ti un nuevo tesoro. Algo valioso, un sentimiento. Llámame iluso si quieres, pero eso pensé. Eso presentía.

Pero de nuevo veo que todo fue un espejismo, algo inverosímil que se me atravesó en la vida y que otra vez ha dejado huella. Tu voz, tu aliento. Sí, lo sé... la distancia. Maldita distancia. Maldita desesperación muda que me hace suspirar en vano, que me hace de nuevo llorar mientras recorro este maldito camino del virtualismo, de lo irreal y de lo fantástico que una vez soné.

Te hice ver como mi musa, como mi más grande inspiración , pero de nuevo fallé. Erré como cualquier simple mortal. Tóscamente pude contemplarte en fotos, pude sentir la calidez de un abrazo a través de la bocina de un teléfono. ¡Que tonto!

Bueno, da igual. Ahora me toca de nuevo seguir en este camino. SOñar un poco más y dejar de ilusionarme un poco menos. Me toca suspirar en vacíos de esperanzo y volar. Esperar acá de nuevo mientras espero el susurro del silencio, mientras los gritos ahogados de la nada desespera de nuevo mi corazón.

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