Sabes, cuando te conocí estaba nervioso, mis manos no dejaban de sudar. Fue impresionante saber que una vez en la vida te puedes sentir tan vulnerable, tan desarmado ante tal situación.
No te encontraba, mis ojos no te habian visto, solo tu voz en mi oído me guiaba. Mis pensamientos se borraron, fue como una rayo que atravezó mis sentidos.
Te ví, ahi estabas. Tus pasos uno a uno te acercaban hacia mí. Lo siento, no pude aguantarme... tenia tantas ganas de abrazarte, de susurrarte al oído tantas cosas. Tenia ganas de oler tu cabello, acariciar tu rostro, robarte un beso.
No lo podía creer, ahi estabas, mi musa, mi inspiración.
No lo podía creer, la dueña de aquella voz tan dulce, de aquellas delicadas palabras.
La primera vez que te ví me quedé sin voz. Mis sueños fueron más y mis espectativas tambien. La primera vez que te ví estabas ahi y te metiste de una vez en mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario