Este poema será diferente. Será mi tributo a una persona que con su sencillez, sus sabias palabras y las caricias que brotaban de esos consejos, trascendio en mi espacio y tiempo. Que Dios la tenga en su glora doña Enma.
Entre despojos de luz, pedazos de nubes lloran.
Se marcha un ángel, se acaba una vida.
Solo quedamos los mortales en esta tierra.
Se van los recuerdos, se van las buenas tardes inundadas de sinceridad.
Lo siento, no pude estar ahi para despedirme...
Pero si estuve para escucharla, para entender el porqué de aquellas palabras tan sinceras.
Aveces el tiempo, los recuerdos, el trabajo o simplemente las ganas hacen que nos olvidemos de la gente.
Pero usted fue una persona que marcó mi vida.
Fue la abuelita comprensiva, la madre abnegada que queria lo mejor para sus hijos.
Fue la persona que con ejemplo cambiaba vidas.
Este es mi reconocimiento a una labor incansable.
Esta es mi manera de decirle gracias... y desde acá estaremos recordandola con cariño.
Hasta siempre doña Enma... para usted siempre seré su Ricardito...
Descanse en Paz: Doña Enma Najera
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