Hoy, la noche en silencio me brindó un consejo. La oscuridad perpetua
 acompaño mis suspiros y la eterna soledad fue mi más linda compañía. 
Cada uno de los gritos desgarradores de la inmensa faz hizo que mi 
corazón se endureciera.
Hoy, mientras la noche se vuelve helada, mientras las estrellas lloran cada segundo porque te extrañan así.
¿Que
 hago? Esa es mi eterna pregunta. Mi gran agonía. No sabes que se siente
 extrañar cada momento triste de mi vida. Cada instante amargo de mi 
ser. No sabes. Y es seguro que nunca lo sabrás porque no te importo y 
nunca mas te importará. 
Al final, estoy como en un principio... Solo... 
Amargandome
 esta inútil vida. Extrañando el pasado y dejando morir el presente. Al 
final, solo la compañía de mi ser fue tan fuerte como para compensar la 
amargura de mi corazón. 




 
 
 
 
 
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