Aún extraño esas tardes locas donde te abrazaba.
Esas ganas de verte carcomen mis ojos cual deseo de admirarte.
Esos momentos de conversaciones largas y sin sentido.
Esa mala práctica de observarte de reojo y que mi mente volara en un sin fin de posibilidades.
Extraño esas locuras nocturnas. Esos desvelos con razón y esas ganas locas ansias de verte y que me hicieras temblar con tu presencia.
Ahora solo me toca pensarte.
Imaginarte en sueños y suspirar escondido mientras intento verte.
Me toca extrañar esos momentos y dejarlos pasar.
Estas allá donde no puedo encontrarte y tan acá que quisiera acariciarte.
La decisión fue tomada y la respeto. Aunque no puedo negarte que duele.
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