miércoles, 19 de noviembre de 2014

Ella

Una vez tuve el coraje de ahogar mis sentimientos en letras, números y contextos tridimensionales.
Navegar en bastos mares de insomnios y silencios eternos.
Caminar por llanuras llenas de frases, canciones prohibidas y pensamientos inconclusos.

Encontré refugio en ese cielo despejado y en la luna que me abrió sus brazos para recibirme. En las madrugadas que me despertaban mientras mis parpados ya no podían más.
En esas largas horas manejando y no encontrando la respuestas a mis porqués. Solo hacer que mi vista y mi mente se fueran de este mundo.

De nuevo estaba ella acompañando. De nuevo el frío hielo de su corazón volvió a acariciarme.
Ahora ahí esta. Vigilante... cual ángel nocturno que protege. De vez en cuando intercambiamos ideas. Visitamos lugares o simplemente guardamos silencio uno del otro.
Aún permanece a pesar de los años. A pesar de los cambios. A pesar que una vez decidí tener corazón.

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